Sobre mí

miércoles, 11 de abril de 2012

La bolas de billar de Hume


Permítaseme ser irónico. Si David Hume (1711 - 1776) dice que algo no es evidente, pues hay que creérselo. No importa que siempre hayamos creído que, si una bola de billar choca con otra, causa el movimiento de esta última. Hay que tener fe en Hume. No hay pruebas de que esto sea así. Lo único que podemos constatar es que después del choque, la primera bola se frena y la segunda se pone en movimiento. En términos latinos: no se trata de un movimiento propter hoc (por causa de eso), sino de post hoc (después de eso). Lo que ocurre es que lo hemos visto ya tantas veces, y nos hemos acostumbrado a ello, que hemos creado un hábito mental que nos ha llevado a inventar algo llamado causalidad. ¿Tenía razón o no? Es que hay que creer en Hume. Nunca, entiéndase la ironía, nunca en la evidencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Que vuelven los estoicos

Zenón de Citio (334-262 aC) ¡Vaya por Dios! Se ha puesto de moda la filosofía estoica . Ahora parece que la venden como si fuera una versión...