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lunes, 29 de abril de 2024

Minimalismo Estoico: La Vida Despojada en 'Into the Wild' ('Hacia rutas salvajes')



Chris McCandless, el protagonista de "Into the Wild", no era exactamente un estoico de libro, pero su drástica elección de abandonar la sociedad y buscar la simplicidad en la naturaleza salvaje de Alaska resuena con la filosofía estoica de reducir la vida a lo esencial. Como aquellos sabios de la antigua Grecia y Roma, Chris buscaba una existencia no atada por los excesos del materialismo moderno, aunque quizás olvidó llevar un mapa.

El estoicismo no promueve necesariamente lanzarse al bosque sin más compañía que los pensamientos de uno mismo, pero sí aboga por una vida donde los placeres superficiales son vistos con escepticismo. Marco Aurelio, con su barba imperial y su mirada penetrante, probablemente habría aprobado la mochila ligera de McCandless, aunque quizás le habría sugerido llevar algo más de provisiones.



"Into the Wild" se convierte así en un eco moderno de los textos estoicos, donde la felicidad se busca en la aceptación de lo que es, en lugar de en la acumulación de lo que podría ser. Chris, con su viaje hacia los confines helados y su trágico final, ilustra el extremo de un ideal estoico: que puedes ser el rey de tu mundo si renuncias al trono de los deseos materiales.

Este relato no solo nos invita a reflexionar sobre cuánto necesitamos para ser felices, sino también sobre cuánto podríamos dejar atrás. En una sociedad que a menudo mide el éxito en términos de acumulación, la historia de Chris ofrece una perspectiva cruda pero poderosa sobre el minimalismo como liberación.



miércoles, 24 de abril de 2024

Epicteto y su Pierna de Hierro Filosófico

Epicteto (55-135), escribiendo y pensando, con su muleta.

Hay veces que la vida te tuerce el brazo, o en el caso de Epicteto (55-135), te rompe la pierna. Este filósofo "adquirido" nos dejó una historia de supervivencia digna de un guion de Hollywood. Epicteto fue comprado, siendo niño, por Epafrodito, un tipo que estaba tan cercano a Nerón que no necesitaba calentador en invierno.
Este filósofo de origen tan humilde, que comenzó su vida como un artículo en venta, llegó a ser una figura central en el estoicismo, demostrando que no siempre se necesita tener un buen comienzo para lograr un final inolvidable.

Epicteto encontró en la filosofía un escape a su vida servil. Un día le aseveró a su dominus que el dolor no es un mal y este para demostrar lo contrario comenzó a retorcerle la pierna para que ese esclavo subidito de humos se diera cuenta de su error.

-Cuidado, amo, o acabarás rompiéndome la pierna. El dominus insistía con más fuerza al ver que Epicteto no reaccionaba como él hubiera esperado. -Si sigues así, la pierna se romperá. Pero el amo no cejaba en su empeño y retorcía con saña la pierna del esclavo, tratando de demostrar por los hechos del error de su esclavo. Finalmente Epitcteto le dijo: -Te lo advertí, ya se ha roto. Ahora tienes un esclavo cojo.

Más allá de la veracidad de la anécdota, se ven dos elementos clave del estoicismo:

1) La APATÍA (o apatheia) que consiste en evitar que el alma reaccione emocionalmente ante los hechos externos. "No sentir" que diría Elsa de Frozen. Por eso, mientras su cuerpo sufría, su espíritu se mantenía intacto, como si no ocurriera nada. De ahí la actitud aséptica y enunciativa con la que expresaba los hechos que estaban ocurriendo con su pierna y el bruto de su amo. Había cultivado la virtud estoica del no sentir o, al menos, no demostrar externamente que estás sintiendo. El autocontrol total.



2) No son nuestras circunstancias, sino nuestras respuestas a ellas, lo que nos definen. Todo depende de uno mismo. El dolor físico es externo, por eso no es un verdadero mal. El mal estaría en no comportarse con fortaleza de espíritu. Me parece una versión antigua del contemporáneo "empoderarse", creo yo.

Así que cuando sientas que la vida te tuerce el brazo, recuerda: incluso con una pierna menos, un verdadero estoico sigue siendo más libre que sus circunstancias.

lunes, 22 de abril de 2024

La Fórmula Estoica de Walter White

En el universo químico de "Breaking Bad", Walter White nos enseña una lección volátil sobre el control, o la falta de él. Este profesor de química convertido en señor de la metanfetamina, ilustra una paradoja estoica en su forma más dramática y destructiva. Los estoicos, como Séneca o Epicteto, nos insisten en discernir entre lo que está y no está en nuestras manos. Walter, con su bata blanca manchada de azul, parece haber olvidado esta lección fundamental.

Desde el primer momento en que decide "volverse malo", Walt se enreda cada vez más en una maraña de decisiones que escapan a su control. Pero, ¿no es acaso él quien elige este camino? Aquí radica el error trágico de nuestro anti-héroe: confundir el poder hacer algo con la sabiduría de no hacerlo. A medida que la serie avanza, observamos cómo la vida de Walter se convierte en una reacción en cadena fuera de control, todo porque él cree poder manejar todas las variables. Y no es así.

Al final, Walter White, con su sombrero negro y gafas oscuras, se transforma en Heisenberg, un nombre que evoca incertidumbre. ¿Es Walter un hombre que controla su destino, o simplemente una víctima de su propia arrogancia estoica mal interpretada?

"Breaking Bad" no solo es un thriller sobre drogas y crimen, sino también un estudio en profundidad sobre la ilusión de control. Mientras Walter construye su imperio, los pilares de su vida personal se desmoronan, dejándonos preguntarnos: en el juego de la vida, ¿es mejor ser un rey sin castillo o un simple ciudadano en paz?

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viernes, 19 de abril de 2024

Máximo Décimo Meridio, un estoico con espada



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Ah, "Gladiator"... esa película donde Russell Crowe, disfrazado de Máximo Décimo Meridio, nos da una lección de filosofía mientras despacha malos a "des-tajo". No solo por la espectacularidad de sus combates (q
ue parecen coreografías de un ballet sangriento), sino por la imperturbable serenidad (apatía) con que enfrenta la vida... y a sus enemigos. Máximo no es solo un guerrero con músculos de acero y mirada que congela, es un maestro del estoicismo, esa filosofía que es más dura que una rodilla en el estómago.

Al parecer Máximo seguía los pasos de Marco Aurelio y desde el celuloide nos enseña la elegancia de aceptar lo inevitable con más clase que un sommelier rechazando un vino del año pasado. "Acepta lo que te toca, como si lo hubieras elegido tú mismo", podría haber sido su lema, grabado en la empuñadura de su espada, justo debajo de un "hecho en Roma".

Pero, ¿qué haríamos nosotros en su lugar? ¿Nos desmoronaríamos como un helado en el Sáhara o encontraríamos ese estoicismo de emergencia? En la arena, Máximo enfrenta cada desafío con la calma de quien está decidido a mantener su compostura, incluso si eso significa lidiar con un experimentado gladiador ayudado por tigres.

Ante la adversidad hay que actuar con lo que tenemos a nuestro alcance, no pensar en situaciones ideales, en las cuales "sabríamos" cómo desenvolvernos. Incluso bajo presión, uno puede elegir cómo responder. Y esto es súper estoico: llevar en el interior, todo lo necesario para salir adelante. Lo demás son accesorios sin importancia. El buen estoico diría: "Máximo lucha con espadas y armaduras, pero lo que realmente lo convierte en el Máximo que conocemos es la certeza de que en la gran arena de la vida, mantener la calma y la integridad es ya una forma de triunfo".




Minimalismo Estoico: La Vida Despojada en 'Into the Wild' ('Hacia rutas salvajes')

Chris McCandless, el protagonista de "Into the Wild", no era exactamente un estoico de libro, pero su drástica elección de abandon...