Sobre mí

sábado, 31 de enero de 2015

El hígado de Descartes

Imagen original en:
http://panda-with-oar.deviantart.com/art/Captain-Descartes-426493365
Cuando Descartes (1596-1650) partió en dos el mundo, gracias a su método, a una parte la llamó res extensa (todo lo que tiene que ver con lo material) y, a la otra, res cogitans (todo lo que tiene que ver con el pensamiento). 
Pero tuvo el inconveniente de que el cogito, ergo sum (pienso, por lo tanto, existo) solo le dejaba con la certeza de su pensamiento, pero no de la existencia de lo material. Hasta tal punto rompe el mundo en dos que ni siquiera la materia corporal del mismo Descartes está asegurada como unida a su pensamiento. "Sí", dirá, "mi cuerpo es res extensa y mi pensamiento res cogitans, por tanto, están separadas; pero se unen entre sí por la glándula pineal". (¿Y por qué no por el hígado, Descartes, por decir algo elegante?) 

Utopía y ley natural


Hay un tipo de sociedades, las llamadas "utopías", que intentan ser sociedades perfectas. Sin embargo, no lo consiguen porque quieren llegar a serlo a través de un ordenamiento jurídico absolutamente positivo que genera una sociedad artificial. ¿Sería posible una utopía basándose en la ley natural?

Amistad y Estoicismo: Lecciones de 'Friends'

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