Sobre mí

martes, 5 de diciembre de 2017

"La leyenda del buscador", 2 (el actor)

El buscador siguió su camino y en una taberna conoció a un actor
-Mi vida es maravillosa -le explicó este-. Puedo ser quien quiera ser.
-¿Y no tienes problemas de identidad?
-¿Y eso a quién le importa? Un actor necesita engañar a la gente, hacerles ver que no es quien realmente es. Cuanto más engaño, mejor realizo mi trabajo.
-¿Y sabes quién eres? -preguntó intrigado el buscador.
-¿No te he dicho -dijo el actor alzando un poco la voz- que eso no importa? No te lo diré.
El actor comenzaba a mostrarse algo irascible. Y es que nunca se había encontrado antes con un buscador.
-¿Quién me dice "no te lo diré" tú o una mentira de ti?
El actor se lo quedó mirando, al principio con gesto perplejo, luego esbozó una sonrisa.
-Todavía no te das cuenta de que sea cual sea mi respuesta, estará bien.
-Di lo que quieras -replicó el buscador-, pero sigo sin saber quién eres.
Entonces el actor suspiró, miró a su interlocutor por última vez con cierta pena en sus ojos.
-¡Anda, bebamos, compañero, que no sabemos lo que nos espera mañana!

2 comentarios:

  1. Creo que el problema es que ni él sabe quién es, no se ha parado a meditar y se siente irascible cuando eso se evidencia. Es más fácil fingir ser quien a uno le vaya bien en cada ocasión, es más comprometido ser uno mismo en todas las circunstancias, pero de quién nos fiamos en definitiva, de quien es sincero

    ResponderEliminar

Que vuelven los estoicos

Zenón de Citio (334-262 aC) ¡Vaya por Dios! Se ha puesto de moda la filosofía estoica . Ahora parece que la venden como si fuera una versión...