Sobre mí

domingo, 2 de febrero de 2014

Persona degradada a nivel de ciudadano

El otro día me llegó un mensaje por WhatsApp (de esos que se envían a diestro y siniestro) que hablaba sobre la belleza y dureza del trabajo de profesor. 
Debo reconocer que me conmovió. Es cierto, los profesores trabajamos sobre una materia difícil de tratar: la humanidad de cada alumnoLa humanidad con sus paradojas, sus miserias y sus heroicidades. 
Cada día vuelvo a casa con la sensación de haber servido de algo y también con la percepción de no haber incidido en nada en la vida de los alumnos; una ambivalencia que creo que comparto con todos mis colegas del gremio.
Ahora bien, el texto concluía diciendo que todos los esfuerzos se podían sobrellevar con "la esperanza de convertir a nuestros alumnos en buenos ciudadanos".
Lo siento mucho, pero eso no lo comparto. No pienso degradar a las personas que con las que trato cada día, aunque sean adolescentes, al nivel de simples ciudadanos, una simple dimensión de la persona, en cuanto miembro de una sociedad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Que vuelven los estoicos

Zenón de Citio (334-262 aC) ¡Vaya por Dios! Se ha puesto de moda la filosofía estoica . Ahora parece que la venden como si fuera una versión...